viernes, 19 de septiembre de 2014

Crítica publicitaria: los juguetes

Los que ya estén familiarizados con el uso del término ‘necesario’ en este blog, ya supondrán que los juguetes son objetos que se pueden considerar necesarios. Ahora bien, ¿qué juguetes son necesarios? ¿En qué cantidad? Los mejores juguetes son los que sean divertidos para el niño -parafraseando y adaptando a Borges, solo hay un género malo de juguetes: los aburridos. Y, pasada la novedad del primer momento, muchos juguetes resultan ser bastante aburridos. Es verdad que saber con antelación qué juguete no va a cansar pronto a un niño puede ser difícil, pero prestar atención a sus reacciones pasadas y basarse en el conocimiento que tenemos de él es una buena guía. Hay que tener en cuenta, además, que, a ciertas edades, los mejores juguetes para un niño son los que sus padres, u otros, están dispuestos a usar para jugar con él. Respecto a la cantidad de juguetes, también es difícil determinar una cifra ideal. Pero casi todos convendremos en que tendría que ser muy inferior a la media que tiene un niño normal hoy en día. La consigna razonable es: en cada etapa, pocos juguetes y divertidos.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Por qué inteligencia emocional y no emociones inteligentes?

Ciertamente, hay una oposición inicial en el ser humano entre la inteligencia y las emociones, oposición que responde a la que hay entre la parte racional y la parte irracional. Ahora bien, como el ser humano comprende ambos aspectos, la mencionada oposición inicial no es más que aparente. Querámoslo o no, al tener que convivir forzosamente con la razón y con las emociones, estamos condenados a establecer algún equilibrio o pacto entre ellas. Al final, más que oponerse, se complementan. Esta visión holística del ser humano parece más ajustada que una visión compartimentada de nuestras facultades.

viernes, 5 de septiembre de 2014

La envidia entre iguales y la admiración al superior

Una persona cercana me sugirió hace tiempo el tema del que voy a tratar hoy en el blog. Es una de las conductas menos racionales que vemos a diario: la envidia -insana-a los iguales (en clase social). Y, para adobarlo, su acompañamiento perfecto: la admiración –sana- al superior en la escala social. Vamos a desarrollar un poco el tema.

martes, 2 de septiembre de 2014

Los hipócritas: vida de lujo y defensa del ecologismo

A menudo en este blog, hablamos de un cierto tipo de coherencia para referirnos a la concordancia entre lo que defendemos y lo que hacemos, entre nuestra teoría y nuestra práctica. Así, catalogamos de coherente, por ejemplo, al que dice preocuparse por el deterioro del medio ambiente y defender ciertas actuaciones de ahorro y, además, en su vida diaria usa los recursos siguiendo los principios de la mesura y el cuidado. Naturalmente, lo que para unos puede ser una medida austera (usar unos 100 litros de agua para ducharse o ducharse una vez al día), para otros es un despilfarro. Pero creo que podríamos acordar cierto rango admisible para los diferentes consumos que tenemos que realizar. Hay preguntas que pueden ser buenas guías para saber si vamos por el buen camino: ¿es este consumo/uso que hago –o que X hace- deseable y sostenible si fuera seguido por todos los seres humanos?, ¿este consumo/uso supone un nivel de vida innecesariamente por encima de lo razonablemente deseable? Una respuesta negativa a la primera pregunta y una positiva a la segunda suelen ser indicios de que la conducta enjuiciada va mal.

viernes, 29 de agosto de 2014

Adiós a los consejos

Si se me permite usar una contradicción, voy a dar un consejo: no hay que hacer caso a los consejos. Bueno, esto es una generalización; a veces hay consejos que merece la pena seguir. ¿Cuáles? Los que van acompañados de una buena justificación o razonamiento. Por desgracia, como habréis constatado a menudo, la mayoría de las recomendaciones que se dan se basan en el se ha hecho así toda la vida, o es lo que marca la tradición, o es así, o es así porque lo dice Fulanito, o -aún peor- es así porque lo digo yo. De este tipo de argumentos, mal llamados a veces ‘sabiduría popular’, hay que huir sin miramientos. Las pautas, recomendaciones, consejos, etc. tienen que justificarse razonada y razonablemente. Si no, parecen arbitrarios (aunque no lo sean) y basados sobre todo en una autoridad gratuita.

viernes, 22 de agosto de 2014

La identidad colectiva hoy en día

No hace mucho tiempo en Francia se produjo la expulsión del país de ciertos europeos pobres pertenecientes a una etnia y cultura despreciadas. También hace pocos años se produjeron en ciertas zonas suburbiales algunos incidentes relacionados con la pobreza y el racismo que padecen ciertos sectores de la población. Esto sucedía con Sarkozy al frente de la república francesa. Estos últimos días, en algunas ciudades de EE.UU. está sucediendo algo parecido; el desencadenante de las protestas y disturbios ha sido el asesinato de un chico negro a manos de la policía. Esto está sucediendo con Obama al frente del gobierno. Desde luego, concluir que el racismo o la marginación de ciertas clases sociales existe no es descubrir nada nuevo. En este sentido, no es sorprendente lo sucedido. Lo llamativo es que se haya producido bajo el mando de quienes se ha producido: gobernantes que, a priori, parecen compartir con las víctimas protagonistas de los incidentes una cierta identidad.

jueves, 17 de julio de 2014

¿Es posible una sociedad que no sea de consumo?

Imaginemos una sociedad en la que, por un acuerdo general, tácito o explícito, solo fabrica y consume productos necesarios, útiles o eficaces. No se fabrican ni, por tanto, tampoco se consumen productos que considerados inútiles, superfluos o innecesarios. En estas categorías, entran, por ejemplo, muchos de los productos de higiene y cuidado personal que nosotros, en nuestras sociedades, sí consumimos: cremas, champúes, geles de mil colores, etc. También entran otras cosas como los productos de limpieza, la comida procesada, los envases desechables, etc. ¿Y los coches, los teléfonos móviles, los libros o los cohetes espaciales? ¿También entrarían en la categoría de productos innecesarios? Bueno, eso dependería de lo que esa sociedad hipotética considerara necesario, útil y eficaz. Vamos a suponer que se trata de una sociedad que, aun siendo bastante sobria en lo material, no tiene un modo de vida espartano, y valora como necesario para la realización personal el esparcimiento que proporcionan los libros, el conocimiento que proporcionan los cohetes o Internet, y la comodidad que proporcionan los coches. ¿Diríamos que una sociedad así es una sociedad de consumo?

jueves, 26 de junio de 2014

Falsos lujos

Hace poco pasé delante de una tienda Nespresso. El aspecto del local era inmejorable: limpio, moderno, colorido pero sobrio a la vez. Desde luego, no parecía una tienda de café; podría pasar por una tienda de productos tecnológicos. Tenía el aspecto futurista y aséptico de las propias cápsulas que vende. En definitiva, no venden café sino lujo -pensé. Pero no café de lujo, no. El café de sus cápsulas es café normal y corriente, y tampoco es que sea más concentrado que el café que no es de cápsula. Respecto al gusto, algunos dicen que está más bueno, pero otros muchos (entre los que me incluyo) preferimos el café de los formatos clásicos. Así que ni siquiera se puede decir que haya consenso en que es un café con mejor sabor. Entonces, ¿dónde está el lujo? En el precio. Si alguien tiene ganas, que calcule la diferencia entre el kilo de café molido y el kilo de café encapsulado de Nespresso. Es una diferencia de precio totalmente injustificada.

martes, 17 de junio de 2014

El peligro que acecha

El último día poníamos algunos ejemplos que ilustraban en qué consistía un comportamiento o actitud racionales. Y, entre esos comportamientos o actitudes, incluíamos los que obedecían a lo que podríamos llamar ‘la razón lógica’, actitudes como la aceptación del mejor argumento, el rechazo de las malas argumentaciones o la no aceptación de ciertas ideas que no están bien fundamentadas o no tienen algún tipo de evidencia. Esto excluye el racismo, el sexismo y el clasismo, por ejemplo, de los comportamientos racionales, ya que no solo los argumentos aducidos en su favor son objetables, sino que, además, no hay ninguna buena razón o evidencia a favor de ellos. Este último punto me parece importante para desacreditar estas actitudes, pues, a menudo, para que una mente abandone sus prejuicios (en general) es más útil que se dé cuenta de lo absurdo y gratuito de sus ideas que no que intente aceptar de entrada y sinceramente las ideas contrarias.

viernes, 13 de junio de 2014

Una racionalidad completa

En este blog se defiende una vida racional. El punto de partida asumido es que somos seres racionales y el uso de la razón es conveniente. Ahora bien, no es fácil especificar en qué consiste la racionalidad deseada. Tiene que ver con la coherencia, la sencillez, el sentido común, la prudencia, la crítica, el pensamiento lógico, el razonamiento. Y también con un cierto respeto a la propia naturaleza. Más fácil que definir la racionalidad es dar ejemplos de actitudes o acciones racionales que se han expuesto muchas veces en este blog. Así, es racional no consumir innecesariamente, ser crítico ante ideas raras o evitar complicaciones absurdas. Y también es racional procurar cuidarse, estar atento al propio cuerpo o buscar cierta armonía con la naturaleza. Pero seguramente lo más distintivo de la racionalidad es el reconocimiento y la aceptación del mejor argumento, rasgos que quizás no han sido propiamente ensalzados aquí y de los que hoy quiero hablar.

viernes, 30 de mayo de 2014

La información como entretenimiento

El otro día vi un anuncio de la agencia F en que esta se presentaba como difusora de “contenidos de información y entretenimiento”. Esta asociación de la información y el entretenimiento me hizo pensar inevitablemente en cómo la primera ha quedado subsumida bajo la segunda. Aunque el eslogan de la agencia F, en tanto que agencia que pretende ofrecer una imagen seria, separa o yuxtapone ambas cosas, la realidad es que la información se ha transformado en otra forma más de entretenimiento. Es obvio que no ponemos las noticias para informarnos sobre cómo va el mundo. Si quisiéramos esto último, buscaríamos diversas fuentes alternativas, compararíamos las informaciones, haríamos un seguimiento de ciertos sucesos, etc. Cuando ponemos las noticias, buscamos un rato más de esparcimiento, exactamente igual que cuando ponemos una serie o una película. Esta consideración de la información tiene unas consecuencias nefastas.

martes, 20 de mayo de 2014

Cuando la inconsciencia es signo de racionalidad

En un artículo que leí hace poco y que hablaba sobre la importancia de no tirar comida y aprovechar los restos, se decía que las abuelas, sin ser conscientes, ya practicaban la cocina de aprovechamiento (pues, por ejemplo, hacían croquetas o canelones con la carne que había sobrado del día anterior, o compota con la fruta muy madura). Esto me hizo pensar que el hecho de explicitar o ser conscientes de ciertas cosas es indicativo de algo. Me explico. En cierto sentido, nuestras abuelas no hacían cocina de aprovechamiento, hacían cocina a secas, cocina normal. Esta ya suponía que no se tiraba nada, y esto no implicaba ningún concepto o práctica novedosos. Es después, cuando tirar las sobras de la comida empieza a convertirse en algo normal, cuando se empieza a hablar de cocina de aprovechamiento como algo parecido a lo que se había hecho siempre (no tirar la comida mientras sea aprovechable de alguna manera). Lo que antes se hacía de manera inconsciente, pues se suponía la práctica habitual, ahora tiene que ser algo premeditado, nombrado, explicitado. Y esta diferencia ya es indicativa.

viernes, 16 de mayo de 2014

La publicidad y ciertas asociaciones sexistas

Como sabemos, la publicidad no solo usa la imagen de la mujer para vender productos (tanto a hombres como a mujeres), sino que, además, fomenta y perpetúa ciertos estereotipos (la mujer ama de casa, sumisa, madre, preocupada por la belleza, tonta). Pero la cosa tampoco queda ahí. Además de lo dicho, las mujeres son las protagonistas en los anuncios relacionados con temas escatológicos o socialmente vergonzosos. Por ejemplo, en los anuncios de compresas para pérdidas de orina o en los anuncios de medicamentos para las hemorroides. En este tipo de anuncios solo aparecen mujeres padeciendo tales problemas, y parecen sugerir que son problemas estrictamente femeninos, como en el caso de los tampones. Nada más lejos de la realidad, como muchos hombres saben por experiencia.


martes, 13 de mayo de 2014

Una composición coherente

Hace un tiempo escuché – creo que por la televisión- que una de las diferencias más relevantes entre un ordenador y un cerebro es que, aunque se puede programar al primero para que identifique ciertas imágenes de objetos, el ordenador no tiene una composición coherente del mundo y el cerebro, sí. Por ejemplo, si, en una imagen de un paisaje, colocamos en el cielo una zapatilla voladora junto a los pájaros, el cerebro sabe reconocer inmediatamente que la zapatilla en esa situación es algo incoherente. En cambio, y pese a que un ordenador puede estar programado para reconocer una zapatilla entre otros objetos, no puede detectar si esa zapatilla que ha reconocido como tal está o no de manera adecuada entre las demás cosas. Es decir, un ordenador no puede detectar, al menos de momento, si una imagen de un conjunto de objetos presenta alguna incoherencia del tipo comentado. Un ordenador no sabe qué es lo que se puede esperar y lo que no se puede esperar en un contexto dado.

viernes, 9 de mayo de 2014

Todo mal

Las mujeres con los pies deformados llevando tacones
Las personas pasando el 95% de su tiempo sentadas o tumbadas
Los niños comiendo chucherías
Los adultos comiendo chucherías
Los supermercados vendiendo, en su mayor parte, chucherías
La gente enfermando de manera evitable
Los enfermos medicándose en vez de cambiar sus hábitos de vida
Las autoridades sanitarias recomendando hábitos poco o nada saludables
Los médicos recetando cosas innecesarias
Las farmacéuticas investigando sobre todo en lo más rentable

miércoles, 30 de abril de 2014

Desconfiar de lo que suena raro

Hace poco asistí a una reunión de personas y, saltando de un tema a otro en la conversación, surgió el tema de los horarios que hacen los comercios regentados por paquistaníes (los típicos badulakes o puestecitos de fruta). Alguien dijo que abren los domingos y festivos porque directamente incumplen la normativa al respecto (una normativa que obliga a cerrar los festivos para así proteger al pequeño comerciante, según dijo esta persona). Esta persona no es una experta en la materia; sin embargo, estaba muy convencida de que era tal como decía. Yo no le pude replicar debidamente debido a mi ignorancia sobre lo que dice la ley y, además, por otros motivos, preferí permanecer callada. Sin embargo, la cosa sonaba muy rara… A ver, ¿hay gente que sistemáticamente se salta la ley a la vista de todos y no pasa nada (nunca reciben multas, ni se les obliga a cumplir la ley, ni nadie les denuncia…)? Raro, raro, raro…

viernes, 25 de abril de 2014

Simplificando la vida (parte II)

Hace unos días tratamos el tema de simplificar la vida respecto a los objetos materiales que poseemos. Hoy vamos a hablar de simplificarnos la vida en un aspecto más interesante: en el aspecto mental o, si se quiere, no tangible. Si eliminar de nuestro alrededor los objetos superfluos supone un gran alivio, comodidad, ganancia de espacio, liberación de preocupaciones, eliminar ciertos encadenamientos a nivel mental también tiene grandes ventajas. Veamos algunas de las cosas que podemos hacer para simplificar nuestra vida más allá de lo material:

martes, 22 de abril de 2014

El discurso sobre las especies invasoras

A veces se oye hablar de especies invasoras (o invasivas) y generalmente en un tono negativo pues, según se dice, los individuos de estas especies desplazan a los de las especies autóctonas, acaban con ciertos cultivos o modifican de alguna otra manera el entorno natural en el que se introducen. (Sin olvidar tampoco que, entre los efectos indeseables que producen, casi siempre están cuantiosas pérdidas económicas para el ser humano). Los casos del mejillón cebra y del caracol manzana, por ejemplo, se han hecho populares por estos lares en los últimos tiempos. Del discurso sobre las especies invasoras (al menos, el difundido por los medios de comunicación) siempre me han sorprendido varias cosas.

martes, 15 de abril de 2014

Simplificando la vida (parte I)

Una de las cosas más prácticas y revolucionarias que podemos hacer a nivel doméstico es simplificarnos la vida. Vamos a reflexionar sobre un aspecto de esta simplificación: respecto a los objetos materiales. La idea es centrarse en pocos objetos y disfrutar de las ventajas que ello conlleva. En otros posts, analizaremos cómo simplificarnos la vida en otros aspectos más interesantes que el material, como el afectivo o el mental, por ejemplo. Pero hoy vamos a enumerar algunas cosas que podemos hacer con los objetos materiales que poseemos:

viernes, 11 de abril de 2014

Consumiendo el planeta (parte II)

Hoy seguimos con la lista de cosas que podemos hacer para empezar a revertir el agotamiento del planeta. Estas son algunas:

viernes, 4 de abril de 2014

Consumiendo el planeta (parte I)

El otro día escuché en un programa de la tele que, para seguir consumiendo de manera sostenible al ritmo del promedio mundial actual, necesitaríamos 1’5 planetas como el nuestro. Si todos consumiéramos como el europeo medio, necesitaríamos 2 planetas. Y si consumiéramos como el estadounidense medio, ¡6 planetas! Desconozco si estas cifras son correctas. Pero si no van mal encaminadas del todo, apuntan claramente dos cosas:
(1ª) En general, considerando el promedio mundial, ya vamos mal. El planeta que tenemos no da abasto para lo que consumimos.
(2ª) Hay grandes desigualdades entre lo que consumen unos y otros. Y nosotros, como habitantes del primer mundo, pertenecemos al grupo de los que consumen más de la cuenta.

martes, 1 de abril de 2014

Moda de época y moda de temporada

La moda es un conjunto de tendencias que afectan no sólo a la ropa y a otros objetos que usamos, sino también al comportamiento y al estilo de vida. Ahora bien, podemos entender la moda de una manera laxa o de una manera más restringida. Según la manera laxa, la moda sería un conjunto de tendencias propias de una época relativamente amplia, como una década o más tiempo. Según una concepción más restrictiva de la moda, ésta sería un conjunto de tendencias en diferentes ámbitos pero en un plazo de tiempo mucho más pequeño (una temporada).

martes, 25 de marzo de 2014

Recambios, componentes y la ley del mínimo esfuerzo

El post de hoy es para denunciar otra irracionalidad más del mercado en el que estamos: la falta de componentes o recambios. Voy a ilustrarlo con algunos ejemplos reales. Si se nos rompe el embellecedor de un interruptor de la luz, no hay manera de encontrar esa pieza para cambiarla. Tenemos que comprar todo un conjunto de piezas que no necesitamos; en este caso, toda la carcasa externa con el embellecedor junto con la parte eléctrica. Lo mismo sucede con muchas piezas de mecanismos (por ejemplo, con piezas de motores): aunque solo necesitemos una pequeña argolla de plástico, que tiene un precio irrisorio, nos hacen comprar todo el conjunto o mecanismo que la contiene, a un precio no irrisorio, porque no se vende suelta. Otras veces tenemos que aguantarnos sin el repuesto pues ni siquiera lo venden incorporado en un conjunto. La alternativa que nos dan es directamente adquirir un producto nuevo. Por ejemplo, si se nos rompe la tecla de un teclado o el botón de un mando a distancia, nos proponen comprar un teclado o un mando nuevos (¡la justificación es que el precio de estos productos no es alto!).

viernes, 21 de marzo de 2014

Una psicología nueva

Vemos que, en los últimos tiempos, se están poniendo en cuestión muchas ideas ampliamente aceptadas hasta hace poco: ideas acerca de la alimentación idónea, el mejor modo de ejercitarnos, o las indicaciones para medicarse. En definitiva, parece que, desde ámbitos serios, se está criticando la concepción de lo saludable y lo que la rodea. Así, por ejemplo, muchos están cuestionando, con evidencias científicas, la llamada ‘pirámide nutricional’; otros están consiguiendo buenos resultados con maneras de entrenar y ejercitar el cuerpo distintas al recomendado ejercicio aeróbico, y otros muchos están criticando la ligereza con que se están medicando trastornos que no son tales o que simplemente no necesitan medicación. Todos estos aspectos que están siendo revisados tienen que ver con aspectos básicos de nuestra vida, pues tenemos que comer, movernos, descansar, cuidarnos y convivir con nuestro cuerpo. Pero más allá de estas condiciones materiales, básicas, está nuestra dimensión psicológica o afectiva, construida sobre la dimensión básica y que es tan ineludible como ella. Y las verdades oficiales sobre esta dimensión no están siendo cuestionadas. ¿Está justificada esta falta de crítica? Bueno, creo que muchas de las ideas mayoritariamente aceptadas en torno a la psicología no están bien fundamentadas y se contradicen con nuestra experiencia diaria. Y, sobre todo, son generalizaciones que admiten tantas excepciones que no pueden aceptarse ni siquiera de manera general. Así que creo que también la visión dominante dentro de la psicología, así como algunas ideas vox populi, deben también empezar a cuestionarse. Algunas de esas ideas criticables son:

viernes, 14 de marzo de 2014

La solidaridad como objeto de consumo

Hoy en día la solidaridad se ha convertido en un producto de consumo más: se anuncia por la tele, hay diferentes opciones para elegir la forma en que queremos ser solidarios, hay diferentes modas o tendencias que se van sucediendo tanto en los formatos (como la moda de enviar mensajes telefónicos a un número) como en el destinatario de la solidaridad (ahora toca ayudar a las víctimas de tal catástrofe natural, ayer tocaba ayudar a los refugiados de tal conflicto y mañana, otra cosa). No voy a centrarme en la hipocresía de estas campañas (a veces apoyadas por organismos oficiales que están en el origen mismo del conflicto para el que piden solidaridad), en su inutilidad general (no son más que parches a muy corto plazo y con efectos limitadísimos), ni en sus intereses ocultos (desviar parte de los fondos recaudados para causas muy poco solidarias). Tampoco quiero destacar el modo en que, a menudo, nos venden el producto solidario: usando el sensacionalismo (por ejemplo, con imágenes morbosas). Otras veces, nos lo venden mediante el espectáculo (como en el caso de los telemaratones y demás, que tanta vergüenza ajena provocan). Quiero reflexionar sobre otros dos aspectos, menos comentados y más nocivos, que se derivan del tratamiento de la solidaridad como algo que se compra y se vende.

martes, 11 de marzo de 2014

Vivir sin tarjeta de crédito

Una de las pequeñas cosas que más me exaspera es que las personas que van delante en la cola de alguna tienda paguen con la tarjeta de crédito una compra de 12 euros. Estas operaciones siempre ralentizan la espera. Pero lo peor, claro, es que pagar con tarjeta beneficia a los bancos. Como se sabe, los bancos pillan un porcentaje del gasto que hacemos al comprar con tarjeta (por eso, entre otras cosas, algunos establecimientos no aceptan los pagos con tarjeta). Algunos alegan que pagar con tarjeta también es cómodo para el usuario (no tiene que llevar dinero encima) y, además, es más seguro. Bueno, me parece que, para las cantidades que manejamos en el día a día, no es nada incómodo ni arriesgado llevar el dinero encima y prescindir de tarjetas… Yo lo hago.

martes, 4 de marzo de 2014

Contra la visión idílica de la naturaleza humana

Algunos piensan, como Rousseau, que el ser humano es bueno por naturaleza (y que es la sociedad quien le corrompe- Hay que notar que se hace esta matización porque no se puede negar la maldad en el comportamiento humano). Otros piensan, como Hobbes, que el hombre es un lobo para el hombre. Como ocurre muchas veces, la verdad seguramente está en un punto medio. No es que el ser humano sea enteramente malo, pero, desde luego, tampoco es enteramente bueno. Sin embargo, hay cierta asimetría en los extremos. Creo que es mucho peor (por decepcionante y temerario) creer en la bondad innata y absoluta del hombre que en su maldad. El problema es que, como vivimos en sociedad y tenemos ya muchas capas de cultura encima, es difícil dilucidar en qué consiste la naturaleza humana previa a la manipulación cultural, por decirlo de alguna manera. Dejando a un lado los esfuerzos imaginativos, una manera de ponernos en situación es ver lo que pasa con otros seres que, por un motivo u otro, consideramos que están menos manipulados, más cerca de la naturaleza, por lo que muestran de modo genuino sus inclinaciones naturales. En este sentido, puede ser útil ver cómo se comportan los llamados ‘pueblos primitivos’, los niños y los animales.

viernes, 28 de febrero de 2014

¡Cuidado con el materialismo!

A menudo oigo críticas contra el materialismo de la gente hoy en día. Con ‘materialismo’, estos críticos se refieren (por lo que dan a entender y se puede adivinar) a algo así como el apego y el amor desproporcionados a los bienes materiales. Contra estas críticas, tengo poco que decir. Es cierto que solemos dar más importancia de la que tiene (o debería tener) a ciertas posesiones materiales prescindibles. Esto hace que ansiemos objetos innecesarios que no tenemos, que valoremos a los demás por lo que tienen, que sintamos un gran vínculo con nuestras posesiones, y una serie de otras cosas poco racionales. En este sentido, ser materialista no es deseable. Pero el término ‘materialismo’ tiene otra acepción que sí hace que sea deseable y sensato ser materialista.

martes, 25 de febrero de 2014

La democracia y la creación de la mayoría

En España, uno de los mayores acontecimientos deportivos de cada año, en cuanto a expectación, seguimiento, publicidad generada, etc., es el partido (o los partidos) de fútbol entre el Barça y el Real Madrid. No es raro que, al acabar el año, esté entre lo más visto por la televisión (incluyendo todo tipo de programas). Algo parecido sucede cuando el F.C. Barcelona o el Real Madrid juegan una final europea. ¿Cuánta gente suele ver este tipo de partidos en España? Pues, si damos por buenas las cifras que se publican, unos 15-16 millones de personas como mucho (dependiendo de la expectación generada). Siendo esta cantidad una cifra respetable, tampoco lo es menos la siguiente observación: contra lo que pueda parecer, la gran mayoría de los españoles -en España hay unos 46 millones de habitantes- no sigue los Barça-Madrid. Resulta, pues, que el amigo rarito al que no le interesa el fútbol no es, a fin de cuentas tan rarito: su postura es la mayoritariamente seguida por los españoles. Y eso que el bombardeo publicitario de este tipo de partidos es descomunal…

viernes, 21 de febrero de 2014

La coherencia en el discurso

Hoy vamos a reflexionar sobre un tema general, la coherencia en el discurso, a partir de un caso hipotético de un tipo de discurso en cierto ámbito. Supongamos un país en el que la explotación y la comercialización de las fuentes de energía y, en particular, de la energía eléctrica están en manos de empresas privadas. Esto no impide, sin embargo, que el Estado tenga una cierta intervención en el precio final que los consumidores pagan por la luz. Grosso modo, una parte de la factura eléctrica que pagan los usuarios se destina a impuestos y demás tasas que marca la administración pública. La otra parte se destina a pagar el servicio y el consumo a la empresa privada correspondiente. Supongamos, además, que este país (mejor dicho, una parte importante de sus habitantes) se encuentra en un período de crisis económica, de manera que muchos de los ciudadanos pasan apuros para pagar un servicio básico como la luz. Vamos a considerar ahora dos posibles propuestas o discursos ante esta situación, asumiendo que todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de hacer asequible el precio de la luz para todos los ciudadanos.

martes, 18 de febrero de 2014

Por arte de magia (parte II)

En el último post hablamos de la creencia que aún tenemos en ciertas formas de magia. A veces, la desesperación o el deseo hacen que queramos creer que las cosas pueden cambiar milagrosamente, por arte de magia. Pero esto no suele suceder -si es que sucede alguna vez. Por el contrario, las situaciones suelen presentar cierta resistencia al cambio y es necesario un cierto esfuerzo por nuestra parte. Hay que poner voluntad y trabajo para empezar a estudiar, para seguir una dieta que nos conviene, para hacer ejercicio, para fomentar las relaciones personales, etc. En definitiva, para ser y actuar como nos gustaría. En realidad ya sabemos que todo esto cuesta trabajo y que no hay soluciones milagrosas que nos hagan cambiar sin nuestra implicación, pero, pese a todo, nos resistimos a descartar las soluciones mágicas de una vez y vamos posponiendo el momento de empezar a actuar. Entre los factores que nos dificultan el cambio, creo que hay dos decisivos: la suposición de que cambiar requiere un gran esfuerzo y la suposición de que, pese al enorme esfuerzo necesario, el resultado no será gran cosa. (Es curioso que estemos deseando creer en ciertos resultados milagrosos cuando tal creencia no tiene pies ni cabeza y, en cambio, descartemos los resultados milagrosos cuando se deben a nuestro esfuerzo).

jueves, 13 de febrero de 2014

Por arte de magia (parte I)

Pese a ser racionales, a los seres humanos nos seduce la idea de la magia y, muchas veces, queremos creer que pueden darse los milagros –aunque sea a cierta escala. Hoy vamos a repasar algunas situaciones típicas que ilustran nuestra creencia –errónea, claro- en los efectos mágicos.

viernes, 7 de febrero de 2014

La neotenia y la racionalidad

La neotenia es el estado de un organismo que se caracteriza por la madurez del aparato reproductor y, a la vez, la inmadurez o el retardo en el desarrollo del resto del cuerpo. Es decir, se trata de la conservación de ciertos rasgos juveniles pero con un aparato reproductor propio de un individuo adulto. La neotenia afecta a algunas especies concretas, mientras que a otras muy parecidas, no. Así, por ejemplo, hay una especie de salamandra cuyos individuos padecen neotenia (llegan a la madurez sexual en su fase larval), mientras que los individuos de otras especies muy cercanas no la padecen. La reflexión en torno al fenómeno de la neotenia es interesante para el caso del ser humano. ¿Somos una especie con neotenia?

martes, 4 de febrero de 2014

La vida es más sencilla de lo que pensamos... o no

Hay un cierto discurso que podríamos resumir en el siguiente slogan: la vida es más sencilla de lo que pensamos. Según este punto de vista, la vida consiste en estar aquí y ahora, concentrados en el presente. El estrés, las preocupaciones, las anticipaciones no hacen más que impedir que nos concentremos en lo inmediato. No es bueno que mientras el cuerpo está en un sitio, el cerebro esté en otro, pues están hechos para estar y actuar juntos. La tranquilidad y la satisfacción derivan de la armonización entre el cuerpo y la mente, y su punto de encuentro es la atención en este instante. Tenemos que volver a ser niños y vivir el presente como ellos. El futuro no existe, no deberíamos preocuparnos por él. Nuestro bienestar depende de nosotros mismos; se trata de atender a nuestra naturaleza y actuar conforme a ella y a lo que siempre hemos sabido: no merece la pena preocuparse demasiado por nada, la vida es demasiado corta y no debe malgastarse. Hay que ser feliz ahora. Suena bien todo esto, ¿verdad? Pues no.

jueves, 30 de enero de 2014

Tres concepciones extrañas: Europa, América y la democracia

Hoy vamos a reparar en tres ideas a las que estamos muy acostumbrados pero que resultan cuando menos chirriantes si nos paramos a pensar en ellas un momento: Europa como continente, el descubrimiento de América y la democracia como sufragio universal. Si nunca te han parecido extraños estos conceptos, presta atención a lo que sigue.

jueves, 23 de enero de 2014

El peligro de dejarse llevar

En nuestra vida diaria muchas de nuestras acciones están automatizadas; las realizamos sin pensar, sin plantearnos no sólo si hay otra manera de llevarlas a cabo sino, lo que es peor, si realmente queremos ejecutarlas. Esto es un mal hábito que puede comportar consecuencias muy desagradables. Vivimos en un entorno saturado de publicidad, de mensajes, de consejos, y si no nos volvemos conscientes de nuestros actos (sobre todo, de los pequeños actos cotidianos), corremos el peligro de hacer las cosas como las hace todo el mundo o como está bien visto hacerlas o como dicen las autoridades que hay que hacerlas. ¿Cuál es el problema de esto? Pues que no nos demos cuenta de que lo que hacemos puede ir contra nuestros intereses. Tengamos en cuenta que tanto la publicidad comercial como los mensajes institucionales no responden a ninguna intención filantrópica. Siempre hay determinados intereses detrás; esto es claro en el primer caso, pero también es aplicable siempre o casi siempre al segundo. Así que dejarse llevar en ciertas acciones de la vida diaria puede ser cómodo, pero no conveniente. ¿En qué situaciones cotidianas nos dejamos llevar y qué consecuencias puede tener eso? Veamos algunas.

lunes, 20 de enero de 2014

La nacionalidad como seña de identidad

Todos encajamos dentro de múltiples categorías: desde unas más generales como ser vivo u Homo sapiens hasta otras más concretas como hijo de Fulanito. Es decir, cada uno de nosotros somos muchas cosas a la vez, nuestra identidad tiene muchas facetas. La identidad que tenemos es importante para saber quiénes somos y para relacionarnos con los demás. En definitiva, para ocupar un lugar concreto en el mundo. Ahora bien, cada etiqueta identificativa tiene un peso diferente según en el ámbito en que estemos. Dentro de un ámbito biológico general, en el que se compara a un individuo humano con un individuo de otra especie, la categoría Homo sapiens pesará más que, por ejemplo, la categoría haber nacido en Burgos bajo la que cae el individuo. En cambio, en otro contexto, esta última categoría puede pasar a ser más relevante.

martes, 14 de enero de 2014

Consejos chirriantes sobre salud

A menudo sucede que desconfiamos o nos mostramos críticos con los consejos que no respetan el sentido común o que nos parecen injustificados. Sin embargo, no aplicamos este criterio para todos los consejos y, en particular, para los consejos sobre el cuidado de la salud. En estos casos, prima muchas veces el respeto a la autoridad de los médicos, de los padres o del primer listillo que pasa, sobre el respeto al buen sentido.  Con esto, no quiero menoscabar la autoridad de los médicos en tanto que científicos; la ciencia puede – y a veces lo hace, como en el caso de las modernas teorías físicas- contradecir el sentido común, pero, si lo hace, debe justificarse. La carga de la prueba recae sobre las afirmaciones chocantes. Y muchos de los consejos que se oyen sobre salud – me refiero a los consejos sobre hábitos higiénicos básicos- no sólo atentan contra el sentido común sino que parecen injustificados. Da igual si son defendidos por un médico o por el vecino del quinto: no deberíamos seguirlos sin exigir antes una explicación convincente. Ilustremos con algunos casos:

jueves, 9 de enero de 2014

La cultura dominante

¿Por qué, más allá de los gustos locales o personales, el ideal actual de belleza femenina en prácticamente todo el mundo consiste en una mujer rubia, alta, estilizada, con ojos claros? ¿Por qué la música que más triunfa y vende en el mundo, en líneas generales y salvo excepciones, es música (blanca) procedente de países anglosajones? ¿Por qué las modas, tendencias, estilos de vida, etc. se generan en EEUU o en Inglaterra fundamentalmente? Y en ámbitos más importantes, ¿por qué los países anglosajones no sólo suelen estar a la cabeza de los avances científicos sino que, además, suelen marcar las pautas hoy en día en campos en que los recursos económicos no son importantes, como la literatura o la teoría económica? ¿Por qué, en definitiva, su cultura parece más guay o mejor? Pues sencillamente porque es la cultura dominante. Es decir, no es que su cultura domine en el planeta porque sea superior, sino que acaba siendo considerada superior porque es la que se nos impone. En eso consiste la propia imposición. Cómo ha llegado a tener lugar esta imposición es otro tema, aunque a nadie se le escapa que tiene que ver con el poderío económico y, por tanto, también militar, desde épocas no muy lejanas.