Hace poco asistí a una reunión de
personas y, saltando de un tema a otro en la conversación, surgió el tema de
los horarios que hacen los comercios regentados por paquistaníes (los típicos
badulakes o puestecitos de fruta). Alguien dijo que abren los domingos y
festivos porque directamente incumplen la normativa al respecto (una normativa
que obliga a cerrar los festivos para así proteger al pequeño comerciante,
según dijo esta persona). Esta persona no es una experta en la materia; sin
embargo, estaba muy convencida de que era tal como decía. Yo no le pude
replicar debidamente debido a mi ignorancia sobre lo que dice la ley y, además,
por otros motivos, preferí permanecer callada. Sin embargo, la cosa sonaba muy
rara… A ver, ¿hay gente que sistemáticamente se salta la ley a la vista de
todos y no pasa nada (nunca reciben multas, ni se les obliga a cumplir la ley,
ni nadie les denuncia…)? Raro, raro, raro…
Como la persona que sostenía que
era así, se refería a lo que sucede en Catalunya (pues comentó que en Madrid sí
sería legal abrir los festivos, puesto que hay libertad de horario –cosa que
desconozco), busqué la normativa vigente en Catalunya respecto a los horarios
comerciales. Naturalmente, estas personas no incumplían la ley, como el sentido
común ya hacía sospechar. En Catalunya, pueden abrir todos los domingos y
festivos (excepto el 1 de enero y el 25 de diciembre) los comercios de alimentación
de menos de 150 m² y los establecimientos de conveniencia de menos de 500
m². Así que los paquistaníes que
regentan los referidos locales y abren los festivos en Catalunya están
cumpliendo perfectamente la ley. ¿Es que alguien puede creer que en un país
xenófobo – como son todos, por otro lado- se va a permitir que cientos de
extranjeros incumplan la ley continuamente cuando es bien fácil evitarlo y,
además, se podría obtener una recaudación extraordinaria en forma de multas? Sigamos
usando la cabeza: ¿sería prudente por parte de casi todas esas personas
incumplir sistemáticamente la ley del país en el que están? En fin…
No es la primera vez que no creo
algo que me parece raro aunque mucha gente lo vaya repitiendo y, al informarme,
confirmo mis sospechas. El escepticismo y la comprobación por uno mismo son
altamente recomendables, especialmente ante ideas chirriantes.
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