Vemos que, en los últimos tiempos,
se están poniendo en cuestión muchas ideas ampliamente aceptadas hasta hace
poco: ideas acerca de la alimentación idónea, el mejor modo de ejercitarnos, o
las indicaciones para medicarse. En definitiva, parece que, desde ámbitos
serios, se está criticando la concepción de lo
saludable y lo que la rodea. Así, por ejemplo, muchos están cuestionando,
con evidencias científicas, la llamada ‘pirámide nutricional’; otros están
consiguiendo buenos resultados con maneras de entrenar y ejercitar el cuerpo
distintas al recomendado ejercicio aeróbico, y otros muchos están criticando la
ligereza con que se están medicando trastornos que no son tales o que simplemente
no necesitan medicación. Todos estos aspectos que están siendo revisados tienen
que ver con aspectos básicos de nuestra vida, pues tenemos que comer, movernos,
descansar, cuidarnos y convivir con nuestro cuerpo. Pero más allá de estas
condiciones materiales, básicas, está nuestra dimensión psicológica o afectiva,
construida sobre la dimensión básica
y que es tan ineludible como ella. Y las verdades
oficiales sobre esta dimensión no están siendo cuestionadas. ¿Está justificada
esta falta de crítica? Bueno, creo que muchas de las ideas mayoritariamente
aceptadas en torno a la psicología no están bien fundamentadas y se contradicen
con nuestra experiencia diaria. Y, sobre todo, son generalizaciones que admiten
tantas excepciones que no pueden aceptarse ni siquiera de manera general. Así
que creo que también la visión dominante dentro de la psicología, así como
algunas ideas vox populi, deben
también empezar a cuestionarse. Algunas de esas ideas criticables son:
Esto no tiene por qué ser verdad.
De hecho, algunas veces, que pueden no ser pocas, comunicar un problema empeora
la situación; por ejemplo, cuando sigue sin resolverse. En tal situación, a la
frustración de no poder resolver el problema se suma la frustración de haberlo extendido a otras personas. ¿De dónde
viene la idea de que hay que exteriorizar las preocupaciones? Bueno, a veces hablar
nos alivia. Sí, pero es una sensación momentánea; si el problema no se
resuelve, ahí seguirá… Por otro lado, a veces los problemas que tenemos son
problemas de falta de comunicación con los demás. Es claro que, en estos casos,
hablar sí sirve, pero precisamente porque es la solución misma al problema. Y quizá,
por extensión, hayamos llegado a pensar que verbalizar un problema ayuda a
superarlo, pero esto sólo es así si el problema tiene que ver justamente con la
falta de verbalización. Pero muchos problemas no son así (enfermedades,
problemas económicos, apatía, etc.)
(ii) Todo el mundo pasa por las
mismas etapas en su desarrollo.
La idea de que los niños (todos)
son de una determinada manera, los jóvenes de otra, los adultos de otra y los
viejos de otra está muy difundida. A menudo se achaca la irresponsabilidad de
una persona joven a su edad, o la madurez de otra a sus canas, o… Pero estas
asociaciones son tan débiles y admiten tantísimas excepciones que es mejor
desecharlas como generalizaciones válidas. La experiencia demuestra demasiadas
veces que la manera de actuar de una
persona está más ligada a su manera de ser o a su momento personal que a los
años que lleva viviendo o a la etapa que se supone
que está atravesando. He conocido niños mucho más responsables y maduros que
muchos adultos. Y adultos fantasiosos, mentirosos, inmaduros. Y también niños
aburridos y pasivos, y viejos rebeldes e inconformistas. Me parece que
tendríamos que desterrar esta psicología y asumir que no puede haber una
ciencia común para todos los individuos. A nivel psicológico, cada individuo
necesita su propia ciencia.
(iii) El sufrimiento indica patología.
Esta idea está extendida tanto
entre los profesionales del sector (psicólogos, psiquiatras…) como entre el
lego. Pero lo cierto es que el sufrimiento es el estado normal del ser humano, y, en ese sentido, no es algo patológico. Para empezar, las relaciones
personales siempre son –aunque no sólo- fuente de conflicto y de
insatisfacción. Y esto no hay terapia ni pastilla que lo arregle. Nuestra
posición en el mundo y en la sociedad también es una fuente perpetua de
sufrimiento. La injusticia presente en el mundo genera dolor. Los consejos o
terapias para evitar el sufrimiento son a menudo huidas de la realidad, pues la
respuesta ante la realidad es también
el sufrimiento. Muchas veces se cataloga de patológica
la sensibilidad a ciertas fuentes de sufrimiento, cuando lo que sucede es que
para no sufrir y llevar una vida considerada satisfactoria, lo que hay que
hacer y nos recomiendan desde la psicología es volvernos insensibles ante las
fuentes del dolor: no pensar en las injusticias que no dependen de nosotros,
tolerar los defectos de los demás, evitar el perfeccionismo, etc.
Hay otras muchas ideas
profundamente arraigadas que creo que no tienen un buen fundamento; por
ejemplo, la idea de que hay que fomentar la autoestima, que es posible motivar
o comerle el coco a alguien, o que el
lenguaje corporal es, en algún sentido, más importante
que el lenguaje verbal. O que lo material no “llena” pero lo espiritual, sí
(¡falso! Nada llena…). Bueno, otro día seguimos desmontando creencias…
No voy a discutir lo que dices porque no tengo datos. Pero el problema es que tampoco tú los tienes (o quizá no los muestras). Y sin embargo, a nada que busques un poco en Internet, verás que existe mucha mucha mucha invsstigación sobre esas cuestiones que comentas. La cuestión es que si no señalas tus fuentes y tampoco indicas por ejemplo en qué casos re iba más apoyo empírico una propuesta y en qué casos otra propuesta, entonces tu discurso no resulta más convincente que el que estás criticando. Lo siento. Y eso que, algunas de esas ideas que propones, me parece que sí que están validadas (quizá no todas).. pero entonces en esos casos en que están validadas y aceptadas, no puedes criticar que sigan vigentes las antiguas. Quizá te he entendido mal...
ResponderEliminarGracias por participar. La idea de este blog no es aportar estudios serios para justificar lo que se dice (para eso hay otros blogs). Este blog es sólo un blog de reflexión meramente a partir de las propias capacidades, razonando, sin más, en su sentido más amplio. Aquí incluyo las reflexiones que se pueden hacer a partir de la propia experiencia y de la observación del mundo. No me preocupa la justificación teórica a un nivel científico de esas observaciones; tan sólo que sean razonables y puedan defenderse apelando a cierto sentido común. Nada más. Tampoco pretendo tener la verdad; sólo abrir cierta discusión razonable. Como ves, las pretensiones de este blog son muy humildes. Lo siento si no te satisface. Saludos
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